18 de Enero de 2016
Visto en ElNorteDeCastilla
«En mi caso, los daños se reducen a la rotura de la luna delantera, es una fractura semicircular del tamaño de una pelota de tenis, además de arañazos en el capó y picaduras en el cristal de la ventanilla derecha como consecuencia de las piedras lanzadas contra mi persona», describe el afectado.
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